diumenge, 29 d’octubre del 2017

Hambre

 
Hambre de justicia
justicia sin hambre
que se deshace
en pura cobardía.

Hambre de concordia
concordia sin hambre
que se desvanece
en dura algarabía.

Hambre de historia
historia sin hambre
que se desfallece
en obscura biografía.
 
Hambre de memoria
memoria de hambre
que se desmerece
en locura melancolía.

Hambre de infancia
infancia de hambre
que se desluce
en inmadura ortografía.

Hambre de elegancia
elegancia de hambre
que se desnoblece
en flojura hombría.

Hambre
más que hambre,
todo se cuece
en la podredumbre
de la mirada inerte.
 
Pepe Baena Iniesta

dijous, 19 d’octubre del 2017

Ventana cerrada

 
 
Esta mañana cuando esperaba el tren he visto las ventanas cerradas de unos amigos... y me han salido estos versos...

Ventana cerrada

Si me cierro,
tú te abres
con el suave viento
que todo lo abre.

Si me cierras,
yo te abro
para dejar mis penas
en el aire fresco.

Si me abres
mi triste ventana,
el perdón irrumpe
hasta mis entrañas.

Si te abro
mi ventana cerrada,
tu tesoro escondido
se me hace agua.
 
Pepe Baena Iniesta

dissabte, 7 d’octubre del 2017

Mamá

 
Ayer mi madre Vicenta hubiera cumplido 83 años aquí en la tierra. Desde hace unos meses lo está cumpliendo en la Eternidad junto con todas personas que nos han precedido en el Amor de Dios.

Me han salido estos retazos poéticos que os quiero compartir...

Mamá

Mamá...
¿dónde estás?
si el cielo
se entumece
de tinte
de amor claro.

Mamá...
¿cómo estás?
si el tiempo
se mece
en la noche
de tu recuerdo.

Mamá...
¿con quien estás?
si el abecedario
se estremece
ante el nombre
de Jesucristo.

Mamá...
¿hasta cuándo estás?
si el calendario
se funde
en el horizonte
del destino eterno.

Mamá...
en el cielo,
en el tiempo,
en el abecedario,
en el calendario
tú siempre estás...
 
Pepe Baena Iniesta

Dos en el Uno

Lloro,
sufro,
en la sequedad
de la historia,
en la soledad
de mi gabia.

Sufro,
lloro,
en la maldad
de un mundo herido,
en la brevedad
de nuestro encuentro.

Lloro,
sufro,
en la necedad
del ignorante,
en la atrocidad
del más fuerte.

Sufro,
lloro,
porque tu y yo
uno no somos,
sólo somos dos
en el Uno.
 
Pepe Baena Iniesta